Queilitis Actínica

Epidemiología

  • Trastorno oral Potencialmente Maligno resultante de la exposición crónica a la radiación solar.
  • La prevalencia es mayor en áreas geográficas con alta irradiación ultravioleta (UV), en trabajadores al aire libre y en personas de piel clara.
  • Aunque puede ocurrir a cualquier edad, es más frecuente en individuos > 50 años con periodos largos de exposición a la luz solar
  • Otros factores que se han asociado a un aumento de la prevalencia incluyen la baja escolaridad, un bajo nivel socio económico, estilos de vidas no saludables como el hábito tabáquico, una dieta pobre y la predisposición genética.
  • La tasa de transformación maligna de la Queilitis Actnínica sigue sin estar clara. aunque distintos estudios han estimado una tasa entre el 3,07 % y el 17 %.
  • Hasta el 95% de los carcinomas de células escamosas de labio son precedidos por la queilitis actínica

Presentación clínica

  • Afecta más comúnmente al labio inferior y se presenta con una amplia gama de características clínicas.
  • En su forma inicial se caracteriza por eritema, descamación, induración, erosión y/o fisuras o úlceras en el bermellón del labio. La exposición repetida a la radiación UV durante largo tiempo produce cambios crónicos como aparición de hiperqueratosis, pérdida de elasticidad, y borramiento del límite cutáneo-mucoso labial. (Figura 1). Estas manifestaciones pueden ser localizadas o difusas.
  • Los primeros signos clínicos de la QA pueden ser sutiles, y en ocasiones los pacientes atribuyen los cambios al envejecimiento. Como resultado, los pacientes a menudo demoran la consulta médica hasta alcanzar estadios más avanzados o cuando el carcinoma de células escamosas (CCE) ya está presente.
Figure 1: Recidiva de un carcinoma de células escamosas sobre una lesión de queilitis actínica del labio inferior. Se puede observar la sequedad, exfoliación, pérdida del límite del bermellón labial y úlcera con bordes evertidos e indurada a la palpación.
Figure 1: Recidiva de un carcinoma de células escamosas sobre una lesión de queilitis actínica del labio inferior. Se puede observar la sequedad, exfoliación, pérdida del límite del bermellón labial y úlcera con bordes evertidos e indurada a la palpación.

Diagnóstico Diferencial

Herpes simple, el liquen plano (LPO), las lesiones orales liquenoides y otras enfermedades vesiculo ampollosas como el eritema multiforme y el pénfigo vulgar, la leucoplasia, el carcinoma de células escamosas, el carcinoma de células basales, el melanoma maligno así como una variedad de formas de queilitis como la queilitis exfoliativa y la queilitis de contacto.

Diagnóstico

  • El diagnóstico de la queilitis actínica se basa principalmente en los hallazgos demográficos, clínicos e histopatológicos
  • El borramiento del borde del bermellón es una característica clínica pero en ocasiones puede ser difícil de identificar por la pérdida de soporte de las estructuras labiales en los pacientes mayores
  • A la palpación, la queilitis actínica a menudo se siente como papel de lija fino cuando se desliza un dedo enguantado sobre la lesión. La palpación también es importante para el diagnóstico diferencial entre la queilitis actínica y el carcinoma oral de células escamosas de labio. También se debe explorar el cuello para identificar la presencia de linfoadenopatías (unilateral Vs bilaterales, móvil Vs fijas)
  • Aunque el diagnóstico suele ser clínico se debe realizar una biopsia confirmatoria, especialmente en aquellas lesiones que han desarrollado alteraciones sustanciales como la induración de la base o ulceración y cuando exista la preocupación de tratarse de un CCE
  • Histologicamente, la queilitis actínica desarrolla cambios tanto a nivel epitelial como a nivel del tejido conjuntivo subyacente. El epitelio de la QA puede mostrar desde hiperqueratosis o hiperparaqueratosis hasta atrofia, acantosis, y pérdida de polaridad de los queratinocitos basales. Es frecuente la aparición de diferentes grados de displasia y/o carcinoma in situ.
Figura 2: a) Hiperplasia epitelial con displasia, infiltrado inflamatorio crónico moderado y elastosis solar prominente y telangiectasia vascular en la submucosa (abajo a la derecha) (H&E, x4); b) A mayor aumento se observan áreas alternantes de paraqueratosis y ortoqueratosis, así como displasia epitelial, infiltrado linfocitario y elastosis. (HE, x10).
Figura 2: a) Hiperplasia epitelial con displasia, infiltrado inflamatorio crónico moderado y elastosis solar prominente y telangiectasia vascular en la submucosa (abajo a la derecha) (H&E, x4); b) A mayor aumento se observan áreas alternantes de paraqueratosis y ortoqueratosis, así como displasia epitelial, infiltrado linfocitario y elastosis. (HE, x10).

Manejo

Prevencion

La fotoprotección adecuada es una medida preventiva importante para la queilitis actínica. Esto incluye:

  1. Limitar la exposición al sol entre las 10 y las 14 horas (o entre las 11 y las 15 horas en verano)
  2. Usar un sombrero protector de ala ancha
  3. Usar bálsamo labial resistente al agua con protección UVA y UVB de amplio espectro (SPF30+), aplicado generosamente y reaplicado al menos cada 2 horas.

Tratamiento

  • El objetivo de la terapia es reducir el riesgo de transformación maligna mientras se mantiene la funcionalidad y estética de los labios.
  • Se han propuesto distintas alternativas terapéuticas dirigidas a eliminar el epitelio displásico.
  • La selección de la terapia debe realizarse de forma individual basándonos en los hallazgos clínicos (tamaño, ubicación) y patológicos (grado de displasia epitelial) teniendo en cuenta los efectos secundarios, los deseos cosméticos del paciente y la evidencia científica.

Terapia no-quirúrgica

  • Las terapias no quirúrgicas más comunes incluyen las aplicaciones tópicas de fluorouracilo (5-FU), imiquimod al 5%, Diclofenaco al 3% en ácido hialurónico (DHA) al 2,5%, y mebutato de ingenol al 0,015%.
  • La terapia fotodinámica (TFD), que consiste en el uso de una fuente de luz (400-700nm) y un fotosensibilizador [5-Ácido δ-aminolevulínico (ALA) o 5-metilo aminolevulinato (MAL)] que se activa para producir radicales libres de oxígeno que desestabilizan las membranas y orgánulos celulares, induciendo la muerte celular.
  • Las terapias no quirúrgicas son menos invasivas y tienen menos efectos secundarios que las terapias quirúrgicas, sin embargo, las terapias no quirúrgicas son inferiores a las quirúrgicas en términos de control clínico e histológico de las lesiones, y la aparición de recidivas.
  • La terapia tópica con medicamentos puede mejorar los resultados obtenidos por otros enfoques terapéuticos quirúrgicos.

Terapia Quirúrgica

  • La bermellectomía por escisión se reserva para las Queilitis Actínicas difusas con displasia moderada a severa
  • La vaporización por láser se puede utilizar en lesiones difusas o multicéntricas con displasia leve (siempre que se logre una alta certeza diagnóstica preoperatoria)
  • Crioterapia
  • Electrocauterización

Las lesiones localizadas sospechosas de malignidad deben eliminarse por escisión o vaporización si se detecta displasia moderada /severa, o bajo criterios oncológicos si se diagnostica un CCE en una o más biopsias incisionales anteriores.

Seguimiento

  • Cualquier tratamiento debe ser complementado con protección solar preventiva así como el cumplimiento de las revisiones periódica para control clínico de la enfermedad
  • Los pacientes con queilitis actínica deben realizar un seguimiento después del tratamiento con visitas al menos cada seis meses durante los primeros dos años, y posteriormente con controles anuales
  • Si se observan cambios durante las visitas de seguimiento, se debe realizar una biopsia o biopsias adicionales y se deben acortar los intervalos de seguimiento
Figura 3: Toma de decisiones en el manejo del paciente con Queilitis actínica.
Figura 3: Toma de decisiones en el manejo del paciente con Queilitis actínica.

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